IMPORTANCIA DEL RECONOCIMIENTO DE VALORES EN LA PAREJA...
DEFINICIÓN DE UNA
RELACIÓN DE PAREJA
La definición
de una relación de pareja está marcada
esencialmente por la inversión que ambos miembros hacen en un vínculo
amoroso compartido, con el reconocimiento personal y social de que esas
dos personas desean desarrollar un proyecto de forma conjunta.
La aparición de un proyecto
conjunto facilita el nacimiento del amor con compromiso, y es en este momento
cuando una relación de pareja alcanza cierta estabilidad. Pero, para durar en
el tiempo, la pareja debe combinar organización, diversión, sexualidad y
seguridad.
Este amor, que siente la persona hacia la otra, y mutuamente entre ambos, no es un final, sino un punto de partida para ambos..
A partir de
ahora, ambos, si podrán, y tendrán, que aplicar su voluntad y entendimiento para
asumir y desarrollar este amor, dándole cauce pleno en lo humano y en lo
espiritual.
Comienza un
particular y único (porque es entre “este especifico varón y esta especifica
mujer” y no otros) proceso de comunicación entre ambos, siendo ambos
diferenciados y complementarios, por ser antropológicamente él y ella.
Este
proceso de comunicación por amor mutuo les llevará a la entrega y donación
mutua. En la que dos se hacen uno, apareciendo “el nosotros”, culmen de lo que
verdaderamente es la unión
conyugal.
#El divorcio y sus implicaciones:
La
mayor parte de los países occidentales considera al matrimonio como la unión
entre dos personas con un reconocimiento jurídico, social y cultural. Su
objetivo es brindar un marco de protección mutua y de la descendencia de ambas
personas, quienes tienen derechos y obligaciones por esta unión.
El
divorcio, por lo tanto, es la disolución legal o religiosa del matrimonio por
acuerdo entre ambas partes o por la violación de alguno de los derechos u
obligaciones matrimoniales. La legislación suele otorgar protección a los hijos
que nacieron durante el vínculo disuelto y a la mujer.
Cuando la
ley o la religión no permiten el divorcio, la separación se produce de hecho,
sin otro sustento que la disolución de la relación y el alejamiento de ambas
personas.
Los divorciados solían ser condenados a nivel social, ya que la
creencia del matrimonio para toda la vida era muy fuerte. En las últimas
décadas, sin embargo, dicha concepción cambió y ahora se acepta el divorcio
como una situación natural para aquellas relaciones que no funcionaron.
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